Esta entrada recoge la autobiografía de Xan Fernández Carrera, maestro, investigador y gran divulgador de la cultura de la Costa da Morte. En sus propias palabras, Fernández Carrera relata su trayectoria personal y profesional, desde su infancia en Ponte do Porto hasta sus años dedicados a la docencia en Bergantiños, impulsando una pedagogía innovadora y comprometida con el entorno. Su recorrido vital y su amor por Galicia lo llevaron a conocer profundamente la Costa da Morte, una tierra a la que ha dedicado numerosos proyectos y publicaciones para preservar y compartir su esencia con futuras generaciones.
Reseña biográfica de Xan Fernández Carrera
La casualidad de haber nacido en A Piroga (Bamiro-Vimianzo) en el invierno de 1951 fue debido al trabajo itinerante de mis padres. Pronto regresé a la tierra de su origen, a la parroquia de A Graña (Covelo-Pontevedra), donde pasé la infancia y aprendí las primeras letras en una escuela rural. Volví después a la Terra de Soneira, a Ponte do Porto (Camariñas), villa que mis progenitores eligieron como residencia permanente. Aquí viví la adolescencia y gran parte de la juventud. Continué mi escolarización y comencé el bachillerato por libre, que luego completé en A Coruña, ciudad en la que cursé la carrera de Magisterio. Finalizados mis estudios, comencé mi actividad docente en esa misma ciudad, ampliando al mismo tiempo mi formación en Pedagogía. Tras un curso en el Baixo Miño, en Goián (Tomiño), llegué a Coristanco, al CP “Alcalde Xosé Pichel”, donde desarrollé toda mi vida profesional, lo que me llevó a establecer mi residencia en Carballo, alternando, por motivos familiares, con Muxía.
Mi mayor preocupación en los primeros años de docencia, especialmente al llegar a Bergantiños, era la búsqueda de una nueva metodología para enseñar, una que rompiera con la escuela tradicional. El descubrimiento de la psicología de Piaget, la pedagogía de Freinet y Paulo Freire, y mi integración en los grupos de trabajo del Movimiento Cooperativo de la Escuela Popular, cambió completamente mi visión sobre la educación y la metodología de aprendizaje, y también me acercó a una nueva perspectiva de la realidad y el mundo.
En esta nueva escuela, donde la cooperación, la creatividad y la investigación eran esenciales, se hizo imprescindible conocer el entorno de los alumnos y elaborar nuevos materiales didácticos para impartir las clases.