Las condiciones climáticas de A Costa da Morte se parecen mucho a las del resto de la fachada atlántica gallega, que participa de un clima atlántico, pero su situación más occidental matiza sus características con respecto a las zonas limítrofes del norte y del sur, más protegidas de los vientos oceánicos y de los temporales de invierno.

Dentro de la propia región costera también se producen ciertas variaciones entre las tierras del litoral y del interior, y también las ubicadas más al norte o al sur. Todo este amplio territorio que comprende A Costa da Morte está incluido dentro de los dominios climáticos denominados oceánico húmedo y oceánico hiperhúmedo, que se caracterizan por temperaturas suaves, baja oscilación térmica y abundantes precipitaciones. En el caso del hiperhúmedo, en el que se incluyen las tierras ubicadas más al sur, las lluvias aún son más frecuentes.

Las temperaturas medias mensuales durante el invierno no bajan de los 6º y en verano apenas superan los 20º. Los meses más fríos son los de enero y febrero, con unas temperaturas medias entre los 7º y los 10º, que van descendiendo a medida que nos alejamos del litoral.

En la costa apenas hay heladas, pero sí que se producen en las zonas donde la influencia del mar es escasa y la altitud aumenta. En estos lugares, las heladas se prolongan de noviembre a marzo o abril, tal como sucede en la meseta de O Xallas y zonas más altas de Bergantiños y Soneira.

Los veranos son agradables porque la temperatura media se mantiene en torno a los 20º en tierras del interior y en el litoral no baja de los 18º. Agosto es el mes más cálido. La influencia oceánica, que se introduce en el territorio a través de los valles de la red hidrográfica, hace que la oscilación térmica sea baja y apenas supere los 10º entre la media más baja y la más elevada. Esta oscilación va aumentando desde la costa a las tierras más interiores. También se percibe una ligera elevación térmica de norte a sur, sobre todo a partir del cabo Fisterra hacia abajo.

Las precipitaciones en forma de lluvia son abundantes, no obstante, la nieve muy excepcionalmente hace acto de presencia. En todos los lugares del territorio no bajan de los 1000 mm anuales. En la mitad de las estaciones meteorológicas de la zona superan los 1500 mm y en algunos sitios llegan a los 2000 mm.

Estas precipitaciones, por lo general, aumentan del océano hacia el interior, dado que los frentes húmedos procedentes del mar al batir con las primeras elevaciones del terreno descargan parte de esa humedad. Así, en zonas de la comarca de O Xallas, las precipitaciones superan los 1800 mm, también en otras del interior de Vimianzo. No obstante, en el sector norte de A Costa da Morte, las lluvias son menos abundantes. El período más lluvioso va de noviembre a marzo, aunque los meses de la primavera suelen ser también húmedos. Todas estas precipitaciones caen de manera moderada o suave a lo largo del año.

El tiempo más inestable y cambiante se da en los meses de primavera y otoño, a consecuencia del desplazamiento del anticiclón de las Azores hacia el norte durante la primavera y en dirección contraria en otoño. Esta retirada del anticiclón hacia el sur permite la entrada de sistemas frontales del oeste o suroeste, lo que hace que las precipitaciones vayan en aumento, intensificándose más en los últimos meses del otoño y en invierno, momento en el que el anticiclón se encuentra en la posición más meridional.

Durante el verano, el tiempo más estable se da cuando el anticiclón de las Azores se sitúa en la posición más al norte e impide la entrada de borrascas, ocasionando un tiempo caluroso y seco, aunque en A Costa da Morte este tiempo viene acompañado del viento fresco del noreste, que sopla entre las islas Sisargas y Fisterra, y modera la sensación de calor. Mas durante la estación estival en esta zona también nos podemos encontrar con días nublados y lluviosos, sobre todo cuando el anticiclón se aleja hacia el oeste y permite la entrada de perturbaciones del Atlántico norte, ocasionando precipitaciones y bajada de temperaturas, principalmente en el litoral.

En los últimos años se está percibiendo una modificación en las condiciones meteorológicas de esta región costera, que se manifiestan en una menor pluviosidad, que se concentra en menor número de días y cae de forma más intensa, también en una prolongación del tiempo de verano hacia los comienzos del otoño y unos inviernos más cortos, más secos y menos rigurosos, como consecuencia del cambio climático que estamos sufriendo.