Desde O Pindo seguimos la ruta hacia el sur por la carretera que bordea el litoral. Atravesamos los núcleos de Quilmas y Caldebarcos. A partir de este último la carretera circunda la laguna y la marisma de Caldebarcos que se formó en la desembocadura del río Vadebois, un espacio natural de gran interés ecológico, y donde comienza la extensa playa de Carnota que se extiende a lo largo de unos 7 km hasta la punta de Os Remedios. Recibe diferentes denominaciones según los lugares que se encuentren en su cercanía: playa de Caldebarcos, playa de San Mamede, playa de Carnota, playa de O Cancelo o playa de O Mar de Lira.
Antes de llegar al lugar de O Viso, hay una desviación a la izquierda que lleva a la aldea de Cornido (1,7 km) en la que se localiza el taller del ceramista Nacho Porto, un referente en la artesanía de Galicia.
La carretera atraviesa la estrecha llanura del valle de Carnota. Después de pasar por las aldeas de O Viso y Pedrafigueira llegamos a Carnota, capital del Ayuntamiento.
Esta franja costera, constituida por tierras de aluvión, presenta buenas condiciones para la agricultura. En tiempos pasados formó parte del antiguo Commiso (condado) de Cornatum, donado por el rey Ordoño III a mediados del siglo X al arzobispo compostelano Sisnando II, sobre el que más tarde ejercerían señorío varias familias feudales: Traba, Trastámara o Condes de Lemos.

Aquí en Carnota conviene realizar una parada para visitar el espléndido hórreo, que junto con la casa rectoral y la iglesia, constituye un conjunto arquitectónico interesante y singular.
El hórreo es obra del arquitecto Gregorio Quintela, quien quiso dotar de belleza artística una construcción de tipo funcional, por tal motivo dejó grabado su nombre y la fecha en la que se realizó la obra. Se construyó en dos fases. La primera parte en 1768, con una longitud de once pies, y la segunda en 1783, en la que se duplicó su longitud.
Le transmitió un aire barroco a la edificación, que se muestra en los voladizos de los pinchones, y en los remates de los extremos de los mismos, o en la cruz. También le dan suntuosidad las hileras de vientos, las capas y los pies sobre los que se sustenta la construcción.
Al lado del hórreo vemos la casa rectoral y un palomar. Al norte de este conjunto está la iglesia parroquial de Santa Comba, un edificio barroco, de planta de cruz latina, con tres naves. Fue construida en el año 1755. En el interior conserva un interesante retablo mayor de estilo neoclásico, obra del escultor José Ferreiro. La esbelta torre campanario data del siglo XIX.
Al sur de Carnota se sitúa la parroquia de Santa María de Lira, en la que se conserva también un hórreo de grandes dimensiones, aunque con un par de pies menos que el de Carnota, pero con una longitud algo superior. Se levanta sobre una plataforma de piedra y fue construido en la misma época que el anterior.
Después de pasar la parroquial de Santa María, a la derecha (km 12), sale el desvío que lleva al pequeño puerto de Lira, denominado también Portocubelo, en el que podemos contemplar la lonja, las embarcaciones y un pequeño museo en el que se muestran algunas artes de pesca tradicionales.
Faro de Lariño
Una vez pasada la parroquia de Lira, entramos en la de Lariño, la última del ayuntamiento de Carnota. A la altura del km 9 sale una pista a la derecha que nos conduce a la punta da Insua donde se encuentra el faro, que consta de un edificio de planta baja enfoscado y pintado de blanco, obra del ingeniero Salvador López Miño. Por el oeste se eleva una torre octogonal de 14 m de altura coronada por una cúpula con una veleta con la fecha de 1920. Desde su construcción (1913), tardó varios años en entrar en funcionamiento (1921). El motivo de levantar aquí este faro fue el de señalizar una amplia zona de costa peligrosa ubicada entre el cabo Fisterra y el cabo Corrubedo. Sus instalaciones fueron rehabilitadas y convertidas en un hotel que se inauguró en el verano de 2021.

En esta punta de A Insua fue donde tuvo lugar el naufragio del Ariete, barco de la Armada Española, que el 25 de febrero de 1966 batió contra estos bajos. A bordo iban 190 tripulantes, que lograron salvarse gracias a la intervención de los marineros de Carnota. En señal de agradecimiento se les concedió a los vecinos diversas condecoraciones y al ayuntamiento de Carnota una placa con la inscripción “Muy humanitaria villa”.

Desde la punta de A Insua regresamos a la carretera principal y continuamos camino hacia Muros. Antes de llegar a esa villa distinguimos a la derecha el monte Louro, un macizo granítico que se eleva a una altura de 241 m y que sobresale en el paisaje por situarse al lado del mar. Pasamos al lado de la laguna de As Xarfas, una albufera litoral que se formó por las dunas de la playa Maior que impidieron la salida al mar de las aguas del regato Longarelo. Playa, dunas y laguna constituyen un espacio de gran interés natural. A continuación cruzamos el núcleo turístico de San Francisco de la parroquia de Louro, cuyo nombre procede de uno antiguo convento medieval que hubo en este lugar, y llegamos a la villa de Muros.